3 señales de que tienes que cambiar tu almohada

3 señales de que tienes que cambiar tu almohada

La función principal de tu almohada es lograr la alineación natural de tu cabeza en relación con tu cuerpo; esto es, que al estar acostada tengas la misma postura que cuando estás de pie con la cabeza recta, relajada. Si últimamente, has despertado con malestares, quizás es hora de cambiar tu almohada. Aquí te contamos algunas razones:


  1. Apoyo y comodidad: Con el tiempo, las almohadas tienden a perder su forma y firmeza originales. Esto puede resultar en una falta de apoyo para tu cuello y cabeza durante la noche, lo que puede provocar dolores y molestias al despertar. Al cambiar a una almohada nueva y de mejor calidad, puedes garantizar un mayor nivel de comodidad y un apoyo óptimo para tu cuerpo mientras duermes.                                                                        
  2. Higiene y Salud: A lo largo del tiempo, las almohadas acumulan una variedad de desechos, como células muertas de la piel, ácaros del polvo, sudor y aceites corporales. Estos elementos pueden desencadenar alergias, problemas respiratorios e incluso empeorar el acné facial.                  
  3. Mejora de la postura y prevención de problemas de espalda: Una almohada desgastada o inadecuada puede afectar negativamente tu postura mientras duermes, lo que a su vez puede provocar problemas de espalda y cuello a largo plazo. Optar por una almohada que se adapte a tus preferencias de firmeza y posición de dormir puede ayudar a mantener una alineación adecuada de la columna vertebral y reducir la tensión en áreas clave, como el cuello, los hombros y la espalda.

 

Una excelente alternativa para asegurar un descanso óptimo es optar por una almohada rellena de plumas o plumón de ganso, gracias a su capacidad para adaptarse perfectamente a la forma de tu cuello. Aquellos que ya han incorporado este tipo de almohadas en su rutina de descanso las elogian por proporcionar una sensación incomparable, logrando un equilibrio ideal entre soporte y suavidad.

       

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